Los estudiantes de la escuela, el colegio y la Universidad de hoy han desarrollado actitudes y aptitudes novedosas como resultado de la interacción con las nuevas tecnologías.
Mi impresión es que los adultos menos prejuiciosos tanto como los docentes más preocupados por entender a sus alumnos y orientar sus aprendizajes que por enseñarles "la enciclopedia" logran mejores resultados que los más tradicionales y tecnofóbicos.
Hay quienes suponen que lo que escribo en Una Pedagogía para no Pedagogos, es una apología a las nuevas tecnologías y resaltan los aspectos más negativos que tienen que ver con la adicción. Como toda adicción, la tecnoadicción es nefasta -no festiva- para la armonía del ser humano.
Hay quienes suponen que el problema del quiebre en la relación docente-alumno es sólo generacional. Yo postulo junto a otros investigadores que se está dando además una ruptura de base cognitiva.
Te invito a pensar:
Cómo cerrar las rupturas entre la enseñanza y el aprendizaje
Cómo pasar de la confrontación a la colaboración educativa
